LA ALIMENTACIÓN DEL PERRO
NUTRICION: ALIMENTE A SU PERRO ADECUADAMENTE
Actualmente, el conocimiento de las necesidades nutricionales del perro y una atención veterinaria correcta nos llevan a una salud duradera y a una alta longevidad de nuestros compañeros.
El mercado de la alimentación evoluciona a gran velocidad por lo que disponemos en la actualidad de un amplio abanico de alimentos, galletas y complementos nutricionales para perros. Existe una gran variedad en cuanto a composición de nutrientes, digestibilidad y sabor, así como en su apariencia, aroma y textura.
La tendencia actual es la de proporcionar al perro un tipo de alimento diferente según la etapa de desarrollo en que se encuentre, la actividad física que desarrolle e incluso el estado de salud en que se encuentre. Una alimentación a medida ha de tener en cuenta las diferencias de tamaño entre los perros de distintas razas (pequeñas <> 25kg) y su estado fisiológico ( crecimiento, adulto, edad avanzada). Ello permite satisfacer de forma óptima las necesidades nutricionales de cada perro.
En el presente artículo haré primeramente un repaso de cada uno de los principales nutrientes y a continuación os describiré los tipos de alimento a suministrar según sean las necesidades de cada perro.
NUTRIENTES
Son componentes de la dieta que cumplen funciones específicas en el organismo contribuyendo al crecimiento, mantenimiento de los tejidos corporales y a una salud óptima.
Llamamos NUTRIENTES ESENCIALES a aquellos que el organismo no puede sintetizar con la suficiente rapidez para satisfacer sus demandas. Por este motivo, la dieta debe incluirlos. Llamamos NUTRIENTES NO ESENCIALES a los que el propio organismo puede fabricar o también obtener a partir de la dieta.
Debemos entender que la denominada ENERGIA, aunque no es un nutriente en si, es necesaria para el crecimiento, mantenimiento, rendimiento reproductor y actividad física normal del organismo. Aproximadamente entre el 50% y el 80% de la materia seca de la dieta de un perro se utiliza para obtener energía.
Podemos afirmar que con excepción del agua, la energía es el componente más importante de la dieta. En los perros el principal depósito de energía es el constituido por los lípidos o grasas. Cuando un alimento es incapaz de aportar la energía que el perro necesita, el perro lo que hará será consumir más cantidad, buscando conseguir ese equilibrio energético que su organismo requiere. Aún así se darán casos de perros alimentados con dietas idóneas para cubrir sus necesidades energéticas que ingieran más alimento del que deberían. Esto se produce por la vida sedentaria y por la excelente palatabilidad ( sabor ) de estos alimentos. Como consecuencia podremos tener un perro obeso. En estos casos deberemos optar por un control de la ingesta, repartiendo la comida en varias veces y asegurarnos de que le estamos aportando la energía que su organismo necesita.
ENERGIA
Entre los nutrientes que aportan energía a la dieta se encuentran los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas.
La energía de los alimentos se mide en kilocalorías que es el equivalente a 1000 calorías.
El factor que determina la cantidad diaria de alimento ingerido, y por tanto el que afecta directamente a la cantidad de los nutrientes esenciales que ingiere un animal es la DENSIDAD ENERGÉTICA: Número de calorías proporcionadas por un peso o volumen dado de alimento = Kilocalorías de energía metabolizable por Kg de alimento. Es imprescindible conocer la DENSIDAD ENERGÉTICA de un alimento para estimar la cantidad de este que un perro necesita para ver satisfechas todas sus demandas nutritivas.
Un alimento adecuado debe contener no menos del 26% de proteína, no menos de 15% de grasa y no más de 5% de fibra. El contenido mineral se expresa como cenizas.
El contenido de hidratos de carbono se puede calcular según la siguiente fórmula:
100 - % de proteínas - % de grasas - % de cenizas = % de hidratos de carbono. Ejemplo:
100- 26 “ - 15 “ - 7 “ = 47 “ “
Cuando el consumo de energía diario de un animal es superior o inferior a sus necesidades, se producen alteraciones en la tasa de crecimiento, peso y composición corporal.
Un consumo excesivo de energía, en especial en un cachorro de raza grande o gigante tendrá efectos
negativos como pueden ser la osteocondrítis o la displasia de cadera. También provocara una hiperplasia de células adiposas que predispondrá al animal a ser obeso en fases posteriores de su vida.
Por el contrario una ingesta escasa de energía provocará reducción de la tasa de crecimiento, alteraciones del desarrollo, pérdida de peso y desgaste muscular en un futuro. Este estado es más frecuente en PERROS QUE EFECTUAN TRABAJOS DUROS y en hembras gestantes y lactantes.
AGUA
En términos de supervivencia, el agua es el nutriente más importante para el organismo. Una pérdida del 10% de agua provocará la muerte del perro. Aproximadamente el 70% del peso corporal de un adulto es agua. El organismo elimina agua por tres vías, la urinaria ( la principal ), con las heces ( una pequeña parte ) y por evaporación durante la respiración, que es importantísima para la regulación de la temperatura corporal en climas calurosos. El jadeo provoca perdida de agua y por tanto de calor.
El perro obtiene el agua de tres fuentes: el agua presente en el alimento, el agua metabólica y el agua bebida. Las dietas secas suelen contener un 7% de agua, mientras que las enlatadas contienen hasta un 80%. El agua metabólica supone entre un 5 y un 10% de la ingesta diaria total. El agua bebida dependerá de la temperatura ambiental, el tipo de dieta, el ejercicio, el estado fisiológico y la salud del animal.
Evidentemente un perro alimentado con una dieta seca beberá muchísima más agua que uno alimentado con una dieta húmeda.
HIDRATOS DE CARBONO
Son lo que todos conocemos como azucares. Desde el punto de vista nutricional los más importantes son glucosa, fructosa y galactosa. Otros azucares por todos conocidos son la lactosa, la sacarosa y la maltosa. Son también azucares el almidón, el glucógeno, las dextrinas y la fibra de la dieta.
El almidón es el más importante en la dieta del perro, ya que se encuentra en los granos de cereales, como el maíz, el trigo y el arroz. Los perros no pueden digerir directamente la fibra. De esta digestión se ocupan determinadas bacterias que se localizan en el colon. Un buen alimento para perros deberá contener fibra moderadamente fermentable como es la presente en la remolacha, salvado de arroz o goma arábiga. Las dietas con fibras muy fermentables producirán unas heces de mala calidad.
Los azucares son una importante fuente de energía para los tejidos y son fundamentales en el buen funcionamiento del músculo cardiaco, del sistema nervioso central y son imprescindibles para la obtención por parte del organismo de numerosos elementos esenciales para la vida.
La ingestión en exceso de estos, excederá las necesidades orgánicas de energía lo que provocará un exceso de grasa corporal y obesidad, ya que este exceso de azucares el organismo lo metabolizará como grasa corporal.
Si la dieta proporciona los hidratos de carbono adecuados, las proteínas no serán utilizadas para obtener energía sino para la reparación y crecimiento de los tejidos.
LÍPIDOS
Las grasas de la dieta forman el grupo que conocemos como lípidos. Cumplen numerosas funciones y constituyen la principal reserva energética. Los principales depósitos se localizan bajo la piel como grasa subcutánea , alrededor de los órganos vitales y en las membranas que rodean los intestinos. Sirven además como aislantes del cuerpo frente al calor y como capa protectora de lesiones físicas en los órganos vitales.
Las grasas incluidas en los piensos tienen una digestibilidad entre el 70% y 90% lo que quiere decir que se digieren en mayor cantidad que las proteínas y los hidratos de carbono. Proporcionan por lo tanto una fuente de energía muy concentrada y de fácil digestión que incrementa de manera considerable la densidad calórica del alimento.
El ácido graso más importante es el linoleico, cuya fuente principal son los aceites vegetales como el de maíz y soja y la grasa de pollo y cerdo.
Las grasas de la dieta tienen también la función de hacer más sabroso el alimento y de darle textura. Esto implica que un mejor sabor puede estimular a algunos animales a consumir una cantidad excesiva.
PROTEINAS Y AMINOÁCIDOS
Los aminoácidos son las unidades básicas de las proteínas. Las proteínas son los principales componentes del pelo, uñas, ligamentos y cartílagos. El colágeno, una proteína fibrosa, es el material básico que forma la mayor parte del tejido conjuntivo de todo el cuerpo. Todas las proteínas son esenciales para la digestión y asimilación de los nutrientes.
Numerosas hormonas que controlan el buen funcionamiento de los sistemas orgánicos son proteínas, como la insulina. A nivel sanguíneo, la proteína más importante es la hemoglobina que transporta el oxígeno a los tejidos. Es sistema inmunológico se basa en sustancias proteínicas así como los anticuerpos que nos defienden de las infecciones.
Durante el crecimiento y la reproducción es necesaria una cantidad adicional de proteínas para la formación de nuevos tejidos. El organismo tiene la capacidad de sintetizarlas mientras cuente con los aminoácidos necesarios. Esto significa que el perro no necesita que en su dieta estén presentes las proteínas intactas, le bastará con que estén los aminoácidos necesarios para sintetizarlas.
Existen aminoácidos no esenciales, que pueden estar en la dieta o ser sintetizados por el organismo y los esenciales que el organismo no podrá sintetizar a un ritmo suficiente para cubrir las necesidades de ellos, y que deberán ser suministrados con la dieta.
Tienen también la función al igual que los lípidos de dar sabor al alimento. A mayor cantidad de proteínas más sabor y mejor aceptación por parte del perro.
Lo más importante es la CALIDAD de las PROTEINAS incluidas en la dieta. Las proteínas que suministran los aminoácidos esenciales en sus proporciones correctas se consideran de ALTA CALIDAD. En contraste con ello, las proteínas de baja digestibilidad o limitadas en uno o más aminoácidos esenciales son de BAJA CALIDAD. Cuanto mayor es la calidad menor será la cantidad que debe ingerir el perro para satisfacer las necesidades de su organismo.
VITAMINAS
Las vitaminas son unas moléculas orgánicas necesarias en cantidades mínimas. Las hay hidrosolubles y liposolubles. Entre las liposolubles se encuentran la A, D, E y K, y entre las hidrosolubles las del grupo B y la C. El organismo tiene facilidad para almacenar las vitaminas liposolubles por lo que un exceso de ingestión ( A y D ) puede provocar toxicidad y sus deficiencias serán raras. Sin embargo, las vitaminas hidrosolubles no pueden ser almacenadas en gran cantidad, excepto la cobalamina, por lo que sus carencias pueden ser más frecuentes.
MINERALES
Son esenciales para los procesos metabólicos del organismo. Son minerales , el calcio, fósforo, magnesio, azufre y los electrolitos sodio, potasio y cloro. Contribuyen a la formación del esqueleto, a la transmisión nerviosa, a la contracción muscular, forman parte de algunas proteínas y hormonas e intervienen en el equilibrio electrolítico. Su exceso o su ausencia implicará alteraciones en la utilización de otros minerales.
DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DE LOS PERROS.
La demanda energética diaria total de un perro es la suma de la energía necesaria para cumplir:
La tasa metabólica en reposo ( TMR ).
La termogénesis inducida por el alimento.
La actividad muscular voluntaria.
El mantenimiento de la temperatura corporal normal cuando se expone a temperaturas climáticas adversas.
Los perros en crecimiento tienen mayor demanda de energía que los adultos.
El cálculo de las demandas energéticas es muy complicado, ya que no está en función de su peso corporal sino de la superficie corporal total. Además la diversidad entre cada individuo y las condiciones ambientales bajo las que se mantiene el perro pueden originar unas demandas de hasta un 25% superiores o inferiores a la prevista.
No serán las mismas, las demandas energéticas de un perro creciendo, de una perra en gestación o lactación, de un perro sometido a un trabajo físico extenuante o expuesto a condiciones climáticas extremas, que las de un perro sedentario, que vive en un piso y que sale de paseo tres veces al día.
Estas importantes diferencias las desarrollare más adelante.
LA ALIMENTACIÓN SEGÚN LAS FASES DE LA VIDA
Los perros son omnívoros. Han heredado de su ancestro el lobo, la costumbre de comer rapidamente, por un simple hecho, la conducta alimentária competitiva. Alimentar al perro por separado, eliminará este aspecto competitivo en la mayoría de las ocasiones. En otros casos cambiar a un alimento menos sabroso puede producir el mismo efecto, por ejemplo pasar de uno húmedo o semihúmedo a uno seco.
Dar de comer a varios perros juntos generará un instinto de dominancia que hará que unos coman más y otros menos.
-¿Qué debemos darles?.
Dependerá del estilo de vida y del estado fisiológico del animal. Las casas de piensos de alta gama han desarrollado fórmulas adecuadas para cada edad y estado. El alimento debe llevar a la aparición de signos de vitalidad y estado de salud, como buen pelo, buena piel, excelente tono muscular y corporal.
-¿Cuándo y como?.
Existen tres tipos diferentes de regímenes alimenticios. A saber:
De elección libre ( ad libitum o autoalimentación ), alimentación con tiempo controlado y alimentación con raciones controladas.
Si usamos el primer método, permitiremos al perro consumir todo lo que desee a lo largo del día. Puede ser útil en una perrera ya que se podrá conseguir que los perros más subordinados sean capaces de consumir una cantidad adecuada de alimento, porque siempre habrá comida en exceso a su disposición. Así, el perro comerá pequeñas cantidades de alimento muchas veces al día. Tiene sus inconvenientes, como son que pase inadvertido un problema de anorexia o de hiperconsumismo. Al principio por este sistema casi todos los perros comerán más de lo que deben, pero con el tiempo la mayoría ajustará su ingesta a las demandas caloricas.
La alimentación regular implica el control de la ración y del tiempo durante el cual el animal tiene acceso al alimento. Se deben ofrecer dos comidas diarias que es más sano y satisfactorio. Reduciremos así el hambre y minimizaremos los problemas como robar y mendigar comida. Tiene el inconveniente de exacerbar la glotonería, porque los animales aprenden de forma rápida que tienen que comer contra el reloj siempre que se les ofrezca comida.
En la mayoría de los casos el método óptimo es el de las raciones controladas. Os permitirá controlar la alimentación del perro. En consecuencia, el sobrepeso, la pérdida de peso o la velocidad de crecimiento inadecuada podrán corregirse.
-Determinar la cantidad de alimento.
Los alimentos comerciales de buena calidad están formulados para contener la cantidad adecuada de nutrientes esenciales. Con estos alimentos los perros verán satisfechos sus requerimientos energéticos.
Si sois capaces de calcular las necesidades energéticas de vuestro perro, sabréis la cantidad de alimento que debe consumir. No debéis olvidar todos los factores anteriormente citados que influirán en esas necesidades.
Partiendo de unas condiciones fisiológicas normales sabemos que los requerimientos son las kilocalorías de energía por día.
Será muy importante guiaros por las etiquetas que llevan los alimentos comerciales, en donde se especifica la cantidad de alimento a suministrar. En unos casos os pondrá los gramos de pienso que vuestro perro debe comer al día en función de su edad y peso actuales y en otras en función de su edad y peso de adulto. Debéis tomarlas como referencia e incrementarlas o disminuirlas en función de la respuesta de vuestro perro a éste alimento. En la mayoría de los casos existen vasos medidores para facilitaros esta tarea.
PARA CADA ETAPA DE LA VIDA UN ALIMENTO.
GESTACIÓN.
Tras la cuarta semana de gestación el peso y tamaño de los fetos aumenta considerablemente. Hasta este momento, la perra no debe recibir un exceso de alimento. Es entonces cuando debemos incrementar paulatinamente la ingesta diaria hasta alcanzar un 25%-50% más, dependiendo del tamaño de la camada y de la perra. Su peso corporal habrá aumentado un 15-25% en el momento del parto. Una perra de 15kg debería pesar entonces entre 17 y 19 Kg. Es sencillo entender que la futura madre necesita mayor demanda energética para alimentar a sus fetos.
Dado que el espacio del tracto digestivo se verá reducido por el espacio ocupado por los fetos tendréis que darla pequeñas raciones a lo largo del día. Por ejemplo, si una perra de 10kg necesita 758 kilocalorías día, en estado de gestación necesitara 3 veces más, es decir: 758 x 3 = 2274. Dado que el espacio que ocupa su estomago habrá quedado reducido y la cantidad de alimento a dar será tres veces mayor, el alimento deberá ser muy digestible y denso en nutrientes. Yo recomiendo alimentar a las hembras gestantes con un buen pienso para cachorros a partir de las cuatro semanas de gestación.
Dicho pienso evidentemente debe corresponderse con la raza en cuestión y si se trata de un mestizo con su peso de adulto.
LACTACIÓN.
Durante esta fase la perra consumirá entre dos y tres veces lo que consumía en estado natural. Lo más adecuado es : durante la primera semana de lactación dar 1,5 veces más de la cantidad que comía en su etapa de mantenimiento, 2 veces más en la segunda semana y tres veces más la tercera y la cuarta semanas. A partir del momento del destete la perra necesitará menos alimento. La ingesta de agua es muy importante durante la lactación ya que redundará en la cantidad de leche producida.
DESTETE.
La perra empezara a destetar a sus cachorros a partir de la sexta semana después del parto. Podemos decir que el destete definitivo se producirá entre las siete u ocho semanas. Aún así habrá perras que sigan produciendo excesiva cantidad de leche. En estos casos será necesario reducirlas el alimento siempre que su estado físico sea el adecuado. Poco a poco llevaremos a la perra a un consumo de alimento similar al de el primer mes de gestación que ya he dicho que será similar al de sus necesidades de mantenimiento.
Mucho se ha hablado y escrito sobre los suplementos de calcio. No son necesarios si la gestante y futura madre consume una dieta adecuada y de alta calidad. Un exceso de este mineral o de vitamina D puede provocar calcificación de tejidos blandos y deformaciones físicas del feto en desarrollo.
CACHORRO : INTRODUCCIÓN AL ALIMENTO SÓLIDO.
Se debe empezar a las tres o cuatro semanas de vida. Utilizaremos una papilla espesa de cereales, que se prepara mezclando una pequeña cantidad de agua caliente con el alimento de la madre. Hay en el mercado los llamados “piensos de arranque” que también son adecuados. No uséis leche de vaca, ya que al tener más lactosa que la de la perra podrá provocar diarreas. Tampoco deberéis usar preparados caseros, ya que no son nutricionalmente equilibrados. Los cachorros seguirán en un principio tomando leche de su madre, pero a las cinco semanas deberán estar comiendo alimento semisólido con facilidad y a las seis semanas serán capaces de masticar ya el alimento seco.
Por tanto, el destete nutricional se hará a las seis semanas y el conductual a las siete u ocho.
Mención aparte merecen los CACHORROS HUÉRFANOS. Aunque es difícil, si no imposible compensar plenamente la ausencia de la madre, el empleo de técnicas adecuadas de manejo y alimentación puede permitir un desarrollo normal y saludable de los cachorros. El mayor reto será darles una alimentación adecuada. Dado que será muy difícil encontrar una madre adoptiva, deberemos aportarles una leche lo más parecida a la de la perra, ya que si no tendremos problemas digestivos.
Existen varios sustitutos caseros que tienen como base la leche de vaca que deberá ser modificada para que sea capaz de aportar la energía, proteínas, grasas, calcio y fósforo que necesita el cachorro. Añadir yema de huevo en la cantidad adecuada podría de alguna manera solucionar el problema.
Yo os recomiendo que hagáis uso de fórmulas comerciales, que están muy bien preparadas y que se aproximan mucho a la composición natural de la leche de perra. Lo que debe quedar claro es que no suministraran los anticuerpos que la leche de los primeros días ( calostro ) contiene.
Deberéis darles no más de 10-20 ml cada vez. El valor calórico del preparado debe tener entre 1000-1300 kilocalorias de EM ( Energía Metabolizable ) por litro. En las tres primeras semanas el perro huérfano recibirá 130-150 kilocalorias de EM por kg de peso corporal, y a partir de la cuarta semana 200-220 kilocalorias por kg de peso corporal.
Durante las dos primeras semanas se darán 13-17 ml por 100 gramos de peso al día y se incrementará a 20-22 ml por 100 gramos de peso durante la tercera y cuarta semana. Todo ello se repartirá en seis veces lo que supone una media de 60 ml al día.
Se lo podréis dar a través de un biberón o por sonda. El alimento debe calentarse a 37,8º C antes de administrarlo. No se debe sobrealimentar ya que tendremos diarreas y por tanto deshidratación. El crecimiento de estos cachorros será un poco más lento y durante los dos primeros días se verá una pérdida de peso. A las cuatro semanas de vida su peso deberá ser el mismo que el de los alimentados de forma natural. En este momento e incluso un poco antes introduciréis el alimento sólido humedecido y a las seis o siete semanas deberán ingerir alimento seco.
CRECIMIENTO
El traslado al nuevo hogar se puede realizar entre las siete y las nueve semanas de vida. El mayor periodo de crecimiento lo veréis durante los seis primeros meses. Las razas grandes alcanzan su madurez entre los 10-16 meses y las pequeñas entre los 6-12.
Los cachorros deben ser alimentados con una dieta formulada para su crecimiento. Es evidente que durante este periodo se producirá un aumento de la demanda energética y de los nutrientes esenciales. Si el nuevo propietario desea cambiar de marca de pienso lo hará de forma gradual, pero habrá de esperar dos o tres días para hacerlo y se realizara de modo gradual. Comenzaremos con un 25% del nuevo producto, seguiremos con un 50%, luego un 75% y al cuarto día el cambio será completo.
Una sobrealimentación durante este periodo puede conducir a la obesidad cuando el perro sea adulto, ya que el crecimiento del tejido adiposo parece producirse durante la infancia y la adolescencia.
También se ha demostrado que una ligera restricción calórica durante estas primeras fases produce una longevidad significativamente mayor. En perros de raza Golden Retriever con una alimentación restringida en un 25% se ha visto que la incidencia de displasia de cadera es mucho menor, que en los alimentados ad libitum cuya ganancia de peso es un 25% superior a los alimentados de forma restringida. Por tanto los signos de displasia de cadera se pueden imputar a la ganancia de peso excesiva.
Los propietarios de razas grandes se ven pronto preocupados por los posibles trastornos del crecimiento óseo. Pues bien, la displasia de cadera solo es hereditaria en el 40% de los casos y el otro 60% se debe a factores ambientales, entre los que se encuentra la alimentación. El error es pensar que cuanto más rápido crezca el perro mejor será. La suplementación por tanto con ciertos nutrientes es claramente perjudicial. Un cachorro de raza gigante que puede llegar a pesar 70kgde adulto pasará por una fase de crecimiento enorme en un período de tiempo relativamente corto. Durante este periodo crucial, el sistema esquelético del perro es potencialmente vulnerable a los efectos negativos de una nutrición inadecuada. Los suplementos de calcio no están indicados ya que provocarán serias malformaciones esqueléticas. Si se sabe que la utilización de agentes condroprotectores como la glucosamina y el sulfato de condroitina son muy útiles para el buen desarrollo de estas razas ya que estimulan el metabolismo del cartílago. Actualmente, las más importantes marcas de pienso han introducido estos dos elementos en sus fórmulas, no siendo por tanto necesario dar un aporte extra de ellos. Las comidas formuladas para este tipo de perros suelen contener cantidades de grasa más bajas que las de las razas pequeñas. Los ingredientes de origen animal deben ser mayoritarios
Es importante saber que el peso del tubo digestivo de un perro de raza grande es proporcionalmente menor que el de uno de raza pequeña. Esta capacidad digestiva limitada explicaría en parte que los perros de razas grandes presenten con más frecuencia heces mal formadas y episodios diarreicos no ligados a trastornos digestivos orgánicos. En estos perros, la rehidratación de los alimentos(un volumen de agua caliente por cada volumen de croquetas) favorecerá también un vaciado rápido del estómago.
Las dietas de alta calidad formuladas para el crecimiento serán administradas en tres o cuatro veces hasta que el perro tenga seis meses y luego se pasará a dos. A partir del año podremos dar una o dos raciones. Los perros grandes se acomodan mejor a dos.
La alimentación “ad libitum” de la que ya hablé anteriormente no es recomendable para perros en crecimiento.
Las cantidades de alimento a suministrar en este periodo irán variando en función del peso que vaya adquiriendo el cachorro. Muchos cachorros alcanzan el 40% de su peso adulto entre los 4 y 5 meses de edad y el 80% entre los 5 y los 8 dependiendo de la raza. Es importante que sepáis esto ya que ha partir de determinado momento de la fase de crecimiento la cantidad de comida debe ser disminuida por extraño que os parezca. En las tablas que todos los buenos piensos adjuntan en sus envases podéis verlo.
MANTENIMIENTO DEL ANIMAL ADULTO
El estado de mantenimiento se establece una vez que el perro ha llegado a su madurez y no esta gestando, lactando o sometido a un trabajo extremo.
Una alimentación que proporcione la cantidad adecuada de nutrientes, siempre que esté bien formulada y tenga una buena digestibilidad contribuirá a un estado óptimo de salud y al manteniamiento de un estado ideal de peso.
Creo que el alimento seco es el más idóneo para esta edad, ya que los húmedos y semihúmedos tienen una densidad calórica más elevada y provocarán obesidad sino se controlan muy bien las cantidades. Se calcula que entre un 30-40% de los perros son obesos
No consideró necesario dar una gran variedad de alimentos a los perros adultos, ya que los cambios frecuentes pueden provocar trastornos gastrointestinales con diarreas y vómitos.
ACTIVIDAD Y ESTRÉS
Los perros de trabajo, como los lazarillos, los de trineo, los de carreras, los de pastoreo, los DE CAZA, o los de rastreo y vigilancia tendrán unos requerimientos energéticos más altos. Según su tipo de trabajo será necesario introducir modificaciones en la composición nutritiva de la dieta.
La intensidad y la duración del ejercicio, y las condiciones ambientales en que se realice marcarán esos cambios nutricionales.
Las dietas comerciales formuladas para estos perros son las conocidas como de alta energía. Son muy sabrosas y si no son bien controladas pueden provocar obesidad.
En el perro entre el 70 y el 90% de la energía requerida para mantener su actividad deriva del metabolismo de las grasas y solo una pequeña cantidad del de los hidratos de carbono.
La densidad energética y la digestibilidad de la dieta han demostrado ser los factores nutricionales más importantes en el perro que trabaja. La manera por tanto más eficaz de aportar esta energía es a través de las grasas. La digestibilidad marcará la diferencia entre un pienso malo y uno bueno. Si le damos a un perro dos piensos con el mismo porcentaje de grasa, pero uno muy digestible y otro menos digestible, el perro consumirá mucha más cantidad del segundo. Tendrá una sobrecarga alimenticia que mermara su rendimiento.
La ingesta de hidratos de carbono se relaciona negativamente con la resistencia del perro, al contrario de lo que ocurre en un deportista. Al parecer se debe a que los hidratos de carbono desplazan a las grasas en las dietas mal formuladas.
En la especie humana los hidratos de carbono incrementan los depósitos de glucogeno en el músculo, lo cual es beneficioso. En el perro, estos hidratos de carbono deben ser muy digestibles y no deben limitar la densidad energética de la ración disminuyendo la cantidad de grasa. En cuanto a las proteínas no hay evidencia de que los perros de trabajo tengan mayor necesidad de ellas que los sedentarios. Si se sabe que un mayor aporte proteico aumenta el número de glóbulos rojos y por tanto el valor hematocrito.
La provisión de una cantidad adecuada de agua durante el ejercicio es aún más importante que proporcionar una energía adecuada. Los perros pierden agua a través de la respiración y en mucho menos grado por la transpiración. Debemos darles agua a intervalos frecuentes, ya que una deshidratación ligera puede reducir su capacidad de trabajo y la fuerza, y puede generar hipertermia. Es preferible darle agua fresca porque es más agradable y más eficaz para contribuir a enfriar el cuerpo.
Al perro en ejercicio se le deben dar dos o tres comidas al día, así como una pequeña ración entre una hora y media a dos horas antes de la actividad de resistencia.
La ingestión de hidratos de carbono antes de un ejercicio importante provocará un aumento de insulina y por tanto un descenso de glucosa. Además la insulina impide la lipólisis, es decir la utilización de ácidos grasos durante el ejercicio. Es más importante alimentar durante el ejercicio que antes de realizarlo, pero este alimento debe contener grasas y proteínas. Importante por tanto que os olvidéis de los hidratos de carbono y os centréis en las grasas y proteínas en estas situaciones. Una vez concluida la sesión deberéis alimentar al perro copiosamente.
GERIATRIA
Los perros cada día viven más. Actualmente la vida media se establece entre 13 y 14 años. Con la edad se produce la disminución de la capacidad funcional de los órganos. Cada animal de edad debe ser valorado de forma individual.
Se producirá un descenso de la actividad física y los requerimientos nutricionales descenderán hasta un 30-40% durante el último tercio de la vida.
Se verá afectada la capacidad del perro para consumir, digerir y metabolizar alimento. Se presentaran cambios importantes a nivel de piel, sistema urinario, sistema musculoesquelético, cardiovascular, sentidos y comportamiento.
El perro mayor necesitará los mismos nutrientes pero no en las mismas cantidades. Habrá un descenso en los requerimientos energéticos diarios. A estas edades es muy importante evitar la obesidad.
Dado que los animales mayores están sujetos a muchas enfermedades, deben recibir proteínas de altísima calidad que minimizarán las pérdidas de tejido fibroso. Los perros senior utilizan menos las proteínas ingeridas con la dieta por lo que debe aumentarse levemente su % en el alimento. Un alimento con proteínas de baja calidad no podrá aportar una nutrición adecuada. Casi todos los buenos alimentos para perros mayores suelen estar enriquecidos en ácidos grasos esenciales , en hierro, cobre, zinc , manganeso, y suelen llevar un porcentaje un poco más elevado de fibra para asegurar un tránsito digestivo regular. El empleo de aromas naturales permite compensar la pérdida de los sentidos del gusto y el olfato. En un principio se creyó que a estos perros se les debía restringir la proteína de la dieta para preservar a los riñones de un deterioro progresivo. Actualmente se sabe que el nivel de proteínas no tiene influencia alguna sobre la progresión de la enfermedad renal. Un contenido proteico más elevado puede incluso favorecer la longevidad.
Un caso aparte son los perros con insuficiencia renal en donde si suele ser necesario disminuir la cantidad de proteína de forma moderada.
Por otro lado los piensos para perros mayores suelen llevar porcentajes de grasa más bajos. Es posible, aunque no demostrado que un perro geriátrico tenga unos requerimientos mayores de vitamina B, A y E. Actualmente existen en el canal veterinario excelentes alimentos para perros geriátricos o mayores así como específicos para las numerosas patologías que les pueden afectar a estas edades.
ANEXO 1.
SISTEMA NORMALIZADO PARA EVALUAR EL ESTADO DE CARNES.
Puntuación Estado
1 Caquéctico, sin grasa corporal visible.
2 Delgado, escasa grasa corporal visible.
3 Optimo; las costillas se palpan fácilmente pero no se ven bien.
4 Sobrepeso; costillas no visibles y difíciles de palpar.
5 Obesidad; presencia de abundante cantidad de grasa subcutánea e incapacidad para moverse con normalidad.
Pensaréis que si los ancestros salvajes del perro se alimentan solo de carne, el vuestro estará perfectamente alimentado con muslos, pechugas de pollo o trozos de carne de vaca. Olvidáis que el lobo consume la totalidad de su presa, incluyendo huesos, vísceras y contenido intestinal.
ANEXO 2.
RECETA DE DIETAS PARA MANTENIMIENTO PREPARADAS EN CASA.
-Arroz blanco 2/3 de taza 140 gramos
-Carne magra 1/3 de taza 70 gramos
-Hígado 1/8 de taza 30 gramos
-Harina de huesos 3 cucharaditas 11 gramos
-Aceite de maíz 1 cucharadita 5 gramos
-Sal yodada ½ cucharadita 2 gramos
Esta receta proporciona para perros en mantenimiento 17% de proteína( suficiente si es de alta calidad, un 31% de grasa y un 53% de carbohidratos ( en base a energía metabolizable ).
Esta receta proporciona unas 800kcal( 3350kJ) suficientes para un perro de mas menos 10kg
Si esta receta se prepara para un perro de 20kg habría que duplicar las cantidades de cada elemento y así sucesivamente.
Para su preparación se hervirá primero el arroz, la sal, el aceite y la harina de huesos en 1,5 tazas de agua hirviendo. Tapar y hervir a fuego lento 10 minutos. Añadir la carne y el hígado. Tapar y dejar que siga hirviendo a fuego lento otros 10 minutos. Enfriar.
La carne magra podría ser sustituida por: solomillo de cerdo, carne de cabra, conejo, liebre, carne de caballo, pollo sin piel, sardinas, tres huevos de gallina, requesón desnatado y yogur natural de leche entera. Naturalmente habría que modificar la cantidad de gramos de cada uno de estos componentes para proporcionar la misma energía que la carne de vaca, medida en kcal. Un ejemplo: para igualar las 215kcal que proporcionan 100 gramos de carne de vaca, se deberían utilizar 208 gramos de requesón.
He creído interesante introducir esta receta porque conozco dueños de perros que prefieren alimentarlos con”comida para personas”. Ellos creen que al añadir restos de comida y otros alimentos a la dieta, el animal disfruta más. Algunos de estos alimentos son perjudiciales para la salud del perro, pero otros solo lo serán si constituyen la mayor parte de la dieta. Para aclarar un poco esta cuestión os ruego que leáis atentamente lo siguiente:
-Las comidas extra no deben superar más de 5-10% de las necesidades calóricas.
-La carne, pescado o ave que se administre tiene que estar bien cocinada y no contener ningún hueso.
-Se debe controlar estrictamente la cantidad de leche y queso aportada. Algunos perros presentan intolerancia a la lactosa y no pueden digerir eficazmente estos productos.
-Debe evitarse el uso exclusivo de un alimento determinado, incluso si de administra en cantidades muy pequeñas diariamente.
-Debe procurarse no utilizar restos de comidas para corregir los desequilibrios nutricionales de una dieta pobre.
-Los suplementos vitamínicos y minerales serán innecesarios e incluso perjudiciales si la dieta esta bien balanceada.
-Vigilar la aparición de cambios de comportamiento, tales como pedir durante las comidas y robar comida.
-Deben suspenderse las comidas extra si el perro presenta sobrepeso, trastornos gastrointestinales o síntomas de desequilibrio nutricional.
Es un error pensar que como el perro es un carnívoro podrá sobrevivir solo a base de comer carne o ave. Estos alimentos son muy ricos en proteínas, pero bajos en calcio, fósforo, sodio, hierro, cobre, yodo y diferentes vitaminas.
Algo parecido ocurre con el pescado. Por lo general los pescados sin espina son deficitarios en la mayoría de los elementos citados para la carne, excepto el fósforo. No se debe administrar nunca pescado crudo, algunos de ellos contienen una sustancia que destruye la tiamina, una vitamina del grupo B, lo que provocará su deficiencia. Asimismo, la alimentación con pescado crudo puede provocar la trasmisión de parásitos. Si se administra, será hervido y en pequeñas cantidades.
A la mayoría de los perros les encanta la leche, que es una fuente excelente de proteínas, calcio, fósforo y vitaminas. El problema es que muchos perros son incapaces de digerir con facilidad la lactosa y sufrirán problemas digestivos.
Es frecuente suplementar con ácidos grasos para conseguir un pelo más bonito. Esto puede se adecuado en determinadas circunstancias, pero lo cierto, es que un perro que come un pienso de alta calidad no debe necesitarlos. Si vuestro perro está bien alimentado y presenta problemas de piel, se deberá a problemas alérgicos, parásitos internos o externos, o alteraciones hormonales.
Cuidado con el chocolate. Este alimento contiene teobromina que en grandes cantidades es tóxica para el perro. No es un problema habitual, pero si se presenta puede ser mortal ya que la tasa de metabolización de la teobromina en el perro es muy baja. Una ingesta igual o superior a 90-100mg/ kg de peso corporal pueden resultar fatales. Una tableta de 28 gramos contiene, aproximadamente, 346mg de Teobromina. Por tanto, si un perro de 11kg de peso, consume 85 gramos de chocolate cocido, podría estar consumiendo una dosis mortal de teobromina. Los números son menos importantes si se trata de chocolate con leche. Un perro de 11kg necesitaria consumir 680 gramos de este para resultar intoxicado. Un trocito de chocolate no provocará problemas. Los preparados de cacao que solemos tomar mezclados con leche y que algún propietario suministra a su perro son los que más cantidad de teobromina contienen.
Como veréis las comidas caseras que con toda vuestra buena voluntad proporcionáis a vuestros perros dan más problemas que beneficios. Lo aconsejable por tanto es acostumbrarle a un buen pienso desde el destete adaptándolo a cada momento de su desarrollo. Tendréis un perro sano, que vivirá feliz muchísimos más años. Como veterinario especialista en pequeños animales desde hace 23 años os aseguro que el porcentaje de perros que atendemos en la consulta aquejados de problemas digestivos, obesidad o de crecimiento es alto. Pero cuando hacemos las preguntas oportunas que forman parte del protocolo diagnostico, es muy raro que se trate de perros correctamente alimentados. Es sencillo, un pienso de gama premium y agua. Vuestro perro no necesita nada más que esto, bueno sí, también vuestro cariño. Yo lo tengo muy claro, la salud empieza por una excelente nutrición.
“
José Enrique Zaldívar Laguia.
Clínica Veterinaria Colores.
Pso de Santa María de la Cabeza 68 A.
28045-Madrid.
Teléfono 914730359.Artiículo publicado en la revista Trofeo
Actualmente, el conocimiento de las necesidades nutricionales del perro y una atención veterinaria correcta nos llevan a una salud duradera y a una alta longevidad de nuestros compañeros.
El mercado de la alimentación evoluciona a gran velocidad por lo que disponemos en la actualidad de un amplio abanico de alimentos, galletas y complementos nutricionales para perros. Existe una gran variedad en cuanto a composición de nutrientes, digestibilidad y sabor, así como en su apariencia, aroma y textura.
La tendencia actual es la de proporcionar al perro un tipo de alimento diferente según la etapa de desarrollo en que se encuentre, la actividad física que desarrolle e incluso el estado de salud en que se encuentre. Una alimentación a medida ha de tener en cuenta las diferencias de tamaño entre los perros de distintas razas (pequeñas <> 25kg) y su estado fisiológico ( crecimiento, adulto, edad avanzada). Ello permite satisfacer de forma óptima las necesidades nutricionales de cada perro.
En el presente artículo haré primeramente un repaso de cada uno de los principales nutrientes y a continuación os describiré los tipos de alimento a suministrar según sean las necesidades de cada perro.
NUTRIENTES
Son componentes de la dieta que cumplen funciones específicas en el organismo contribuyendo al crecimiento, mantenimiento de los tejidos corporales y a una salud óptima.
Llamamos NUTRIENTES ESENCIALES a aquellos que el organismo no puede sintetizar con la suficiente rapidez para satisfacer sus demandas. Por este motivo, la dieta debe incluirlos. Llamamos NUTRIENTES NO ESENCIALES a los que el propio organismo puede fabricar o también obtener a partir de la dieta.
Debemos entender que la denominada ENERGIA, aunque no es un nutriente en si, es necesaria para el crecimiento, mantenimiento, rendimiento reproductor y actividad física normal del organismo. Aproximadamente entre el 50% y el 80% de la materia seca de la dieta de un perro se utiliza para obtener energía.
Podemos afirmar que con excepción del agua, la energía es el componente más importante de la dieta. En los perros el principal depósito de energía es el constituido por los lípidos o grasas. Cuando un alimento es incapaz de aportar la energía que el perro necesita, el perro lo que hará será consumir más cantidad, buscando conseguir ese equilibrio energético que su organismo requiere. Aún así se darán casos de perros alimentados con dietas idóneas para cubrir sus necesidades energéticas que ingieran más alimento del que deberían. Esto se produce por la vida sedentaria y por la excelente palatabilidad ( sabor ) de estos alimentos. Como consecuencia podremos tener un perro obeso. En estos casos deberemos optar por un control de la ingesta, repartiendo la comida en varias veces y asegurarnos de que le estamos aportando la energía que su organismo necesita.
ENERGIA
Entre los nutrientes que aportan energía a la dieta se encuentran los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas.
La energía de los alimentos se mide en kilocalorías que es el equivalente a 1000 calorías.
El factor que determina la cantidad diaria de alimento ingerido, y por tanto el que afecta directamente a la cantidad de los nutrientes esenciales que ingiere un animal es la DENSIDAD ENERGÉTICA: Número de calorías proporcionadas por un peso o volumen dado de alimento = Kilocalorías de energía metabolizable por Kg de alimento. Es imprescindible conocer la DENSIDAD ENERGÉTICA de un alimento para estimar la cantidad de este que un perro necesita para ver satisfechas todas sus demandas nutritivas.
Un alimento adecuado debe contener no menos del 26% de proteína, no menos de 15% de grasa y no más de 5% de fibra. El contenido mineral se expresa como cenizas.
El contenido de hidratos de carbono se puede calcular según la siguiente fórmula:
100 - % de proteínas - % de grasas - % de cenizas = % de hidratos de carbono. Ejemplo:
100- 26 “ - 15 “ - 7 “ = 47 “ “
Cuando el consumo de energía diario de un animal es superior o inferior a sus necesidades, se producen alteraciones en la tasa de crecimiento, peso y composición corporal.
Un consumo excesivo de energía, en especial en un cachorro de raza grande o gigante tendrá efectos
negativos como pueden ser la osteocondrítis o la displasia de cadera. También provocara una hiperplasia de células adiposas que predispondrá al animal a ser obeso en fases posteriores de su vida.
Por el contrario una ingesta escasa de energía provocará reducción de la tasa de crecimiento, alteraciones del desarrollo, pérdida de peso y desgaste muscular en un futuro. Este estado es más frecuente en PERROS QUE EFECTUAN TRABAJOS DUROS y en hembras gestantes y lactantes.
AGUA
En términos de supervivencia, el agua es el nutriente más importante para el organismo. Una pérdida del 10% de agua provocará la muerte del perro. Aproximadamente el 70% del peso corporal de un adulto es agua. El organismo elimina agua por tres vías, la urinaria ( la principal ), con las heces ( una pequeña parte ) y por evaporación durante la respiración, que es importantísima para la regulación de la temperatura corporal en climas calurosos. El jadeo provoca perdida de agua y por tanto de calor.
El perro obtiene el agua de tres fuentes: el agua presente en el alimento, el agua metabólica y el agua bebida. Las dietas secas suelen contener un 7% de agua, mientras que las enlatadas contienen hasta un 80%. El agua metabólica supone entre un 5 y un 10% de la ingesta diaria total. El agua bebida dependerá de la temperatura ambiental, el tipo de dieta, el ejercicio, el estado fisiológico y la salud del animal.
Evidentemente un perro alimentado con una dieta seca beberá muchísima más agua que uno alimentado con una dieta húmeda.
HIDRATOS DE CARBONO
Son lo que todos conocemos como azucares. Desde el punto de vista nutricional los más importantes son glucosa, fructosa y galactosa. Otros azucares por todos conocidos son la lactosa, la sacarosa y la maltosa. Son también azucares el almidón, el glucógeno, las dextrinas y la fibra de la dieta.
El almidón es el más importante en la dieta del perro, ya que se encuentra en los granos de cereales, como el maíz, el trigo y el arroz. Los perros no pueden digerir directamente la fibra. De esta digestión se ocupan determinadas bacterias que se localizan en el colon. Un buen alimento para perros deberá contener fibra moderadamente fermentable como es la presente en la remolacha, salvado de arroz o goma arábiga. Las dietas con fibras muy fermentables producirán unas heces de mala calidad.
Los azucares son una importante fuente de energía para los tejidos y son fundamentales en el buen funcionamiento del músculo cardiaco, del sistema nervioso central y son imprescindibles para la obtención por parte del organismo de numerosos elementos esenciales para la vida.
La ingestión en exceso de estos, excederá las necesidades orgánicas de energía lo que provocará un exceso de grasa corporal y obesidad, ya que este exceso de azucares el organismo lo metabolizará como grasa corporal.
Si la dieta proporciona los hidratos de carbono adecuados, las proteínas no serán utilizadas para obtener energía sino para la reparación y crecimiento de los tejidos.
LÍPIDOS
Las grasas de la dieta forman el grupo que conocemos como lípidos. Cumplen numerosas funciones y constituyen la principal reserva energética. Los principales depósitos se localizan bajo la piel como grasa subcutánea , alrededor de los órganos vitales y en las membranas que rodean los intestinos. Sirven además como aislantes del cuerpo frente al calor y como capa protectora de lesiones físicas en los órganos vitales.
Las grasas incluidas en los piensos tienen una digestibilidad entre el 70% y 90% lo que quiere decir que se digieren en mayor cantidad que las proteínas y los hidratos de carbono. Proporcionan por lo tanto una fuente de energía muy concentrada y de fácil digestión que incrementa de manera considerable la densidad calórica del alimento.
El ácido graso más importante es el linoleico, cuya fuente principal son los aceites vegetales como el de maíz y soja y la grasa de pollo y cerdo.
Las grasas de la dieta tienen también la función de hacer más sabroso el alimento y de darle textura. Esto implica que un mejor sabor puede estimular a algunos animales a consumir una cantidad excesiva.
PROTEINAS Y AMINOÁCIDOS
Los aminoácidos son las unidades básicas de las proteínas. Las proteínas son los principales componentes del pelo, uñas, ligamentos y cartílagos. El colágeno, una proteína fibrosa, es el material básico que forma la mayor parte del tejido conjuntivo de todo el cuerpo. Todas las proteínas son esenciales para la digestión y asimilación de los nutrientes.
Numerosas hormonas que controlan el buen funcionamiento de los sistemas orgánicos son proteínas, como la insulina. A nivel sanguíneo, la proteína más importante es la hemoglobina que transporta el oxígeno a los tejidos. Es sistema inmunológico se basa en sustancias proteínicas así como los anticuerpos que nos defienden de las infecciones.
Durante el crecimiento y la reproducción es necesaria una cantidad adicional de proteínas para la formación de nuevos tejidos. El organismo tiene la capacidad de sintetizarlas mientras cuente con los aminoácidos necesarios. Esto significa que el perro no necesita que en su dieta estén presentes las proteínas intactas, le bastará con que estén los aminoácidos necesarios para sintetizarlas.
Existen aminoácidos no esenciales, que pueden estar en la dieta o ser sintetizados por el organismo y los esenciales que el organismo no podrá sintetizar a un ritmo suficiente para cubrir las necesidades de ellos, y que deberán ser suministrados con la dieta.
Tienen también la función al igual que los lípidos de dar sabor al alimento. A mayor cantidad de proteínas más sabor y mejor aceptación por parte del perro.
Lo más importante es la CALIDAD de las PROTEINAS incluidas en la dieta. Las proteínas que suministran los aminoácidos esenciales en sus proporciones correctas se consideran de ALTA CALIDAD. En contraste con ello, las proteínas de baja digestibilidad o limitadas en uno o más aminoácidos esenciales son de BAJA CALIDAD. Cuanto mayor es la calidad menor será la cantidad que debe ingerir el perro para satisfacer las necesidades de su organismo.
VITAMINAS
Las vitaminas son unas moléculas orgánicas necesarias en cantidades mínimas. Las hay hidrosolubles y liposolubles. Entre las liposolubles se encuentran la A, D, E y K, y entre las hidrosolubles las del grupo B y la C. El organismo tiene facilidad para almacenar las vitaminas liposolubles por lo que un exceso de ingestión ( A y D ) puede provocar toxicidad y sus deficiencias serán raras. Sin embargo, las vitaminas hidrosolubles no pueden ser almacenadas en gran cantidad, excepto la cobalamina, por lo que sus carencias pueden ser más frecuentes.
MINERALES
Son esenciales para los procesos metabólicos del organismo. Son minerales , el calcio, fósforo, magnesio, azufre y los electrolitos sodio, potasio y cloro. Contribuyen a la formación del esqueleto, a la transmisión nerviosa, a la contracción muscular, forman parte de algunas proteínas y hormonas e intervienen en el equilibrio electrolítico. Su exceso o su ausencia implicará alteraciones en la utilización de otros minerales.
DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DE LOS PERROS.
La demanda energética diaria total de un perro es la suma de la energía necesaria para cumplir:
La tasa metabólica en reposo ( TMR ).
La termogénesis inducida por el alimento.
La actividad muscular voluntaria.
El mantenimiento de la temperatura corporal normal cuando se expone a temperaturas climáticas adversas.
Los perros en crecimiento tienen mayor demanda de energía que los adultos.
El cálculo de las demandas energéticas es muy complicado, ya que no está en función de su peso corporal sino de la superficie corporal total. Además la diversidad entre cada individuo y las condiciones ambientales bajo las que se mantiene el perro pueden originar unas demandas de hasta un 25% superiores o inferiores a la prevista.
No serán las mismas, las demandas energéticas de un perro creciendo, de una perra en gestación o lactación, de un perro sometido a un trabajo físico extenuante o expuesto a condiciones climáticas extremas, que las de un perro sedentario, que vive en un piso y que sale de paseo tres veces al día.
Estas importantes diferencias las desarrollare más adelante.
LA ALIMENTACIÓN SEGÚN LAS FASES DE LA VIDA
Los perros son omnívoros. Han heredado de su ancestro el lobo, la costumbre de comer rapidamente, por un simple hecho, la conducta alimentária competitiva. Alimentar al perro por separado, eliminará este aspecto competitivo en la mayoría de las ocasiones. En otros casos cambiar a un alimento menos sabroso puede producir el mismo efecto, por ejemplo pasar de uno húmedo o semihúmedo a uno seco.
Dar de comer a varios perros juntos generará un instinto de dominancia que hará que unos coman más y otros menos.
-¿Qué debemos darles?.
Dependerá del estilo de vida y del estado fisiológico del animal. Las casas de piensos de alta gama han desarrollado fórmulas adecuadas para cada edad y estado. El alimento debe llevar a la aparición de signos de vitalidad y estado de salud, como buen pelo, buena piel, excelente tono muscular y corporal.
-¿Cuándo y como?.
Existen tres tipos diferentes de regímenes alimenticios. A saber:
De elección libre ( ad libitum o autoalimentación ), alimentación con tiempo controlado y alimentación con raciones controladas.
Si usamos el primer método, permitiremos al perro consumir todo lo que desee a lo largo del día. Puede ser útil en una perrera ya que se podrá conseguir que los perros más subordinados sean capaces de consumir una cantidad adecuada de alimento, porque siempre habrá comida en exceso a su disposición. Así, el perro comerá pequeñas cantidades de alimento muchas veces al día. Tiene sus inconvenientes, como son que pase inadvertido un problema de anorexia o de hiperconsumismo. Al principio por este sistema casi todos los perros comerán más de lo que deben, pero con el tiempo la mayoría ajustará su ingesta a las demandas caloricas.
La alimentación regular implica el control de la ración y del tiempo durante el cual el animal tiene acceso al alimento. Se deben ofrecer dos comidas diarias que es más sano y satisfactorio. Reduciremos así el hambre y minimizaremos los problemas como robar y mendigar comida. Tiene el inconveniente de exacerbar la glotonería, porque los animales aprenden de forma rápida que tienen que comer contra el reloj siempre que se les ofrezca comida.
En la mayoría de los casos el método óptimo es el de las raciones controladas. Os permitirá controlar la alimentación del perro. En consecuencia, el sobrepeso, la pérdida de peso o la velocidad de crecimiento inadecuada podrán corregirse.
-Determinar la cantidad de alimento.
Los alimentos comerciales de buena calidad están formulados para contener la cantidad adecuada de nutrientes esenciales. Con estos alimentos los perros verán satisfechos sus requerimientos energéticos.
Si sois capaces de calcular las necesidades energéticas de vuestro perro, sabréis la cantidad de alimento que debe consumir. No debéis olvidar todos los factores anteriormente citados que influirán en esas necesidades.
Partiendo de unas condiciones fisiológicas normales sabemos que los requerimientos son las kilocalorías de energía por día.
Será muy importante guiaros por las etiquetas que llevan los alimentos comerciales, en donde se especifica la cantidad de alimento a suministrar. En unos casos os pondrá los gramos de pienso que vuestro perro debe comer al día en función de su edad y peso actuales y en otras en función de su edad y peso de adulto. Debéis tomarlas como referencia e incrementarlas o disminuirlas en función de la respuesta de vuestro perro a éste alimento. En la mayoría de los casos existen vasos medidores para facilitaros esta tarea.
PARA CADA ETAPA DE LA VIDA UN ALIMENTO.
GESTACIÓN.
Tras la cuarta semana de gestación el peso y tamaño de los fetos aumenta considerablemente. Hasta este momento, la perra no debe recibir un exceso de alimento. Es entonces cuando debemos incrementar paulatinamente la ingesta diaria hasta alcanzar un 25%-50% más, dependiendo del tamaño de la camada y de la perra. Su peso corporal habrá aumentado un 15-25% en el momento del parto. Una perra de 15kg debería pesar entonces entre 17 y 19 Kg. Es sencillo entender que la futura madre necesita mayor demanda energética para alimentar a sus fetos.
Dado que el espacio del tracto digestivo se verá reducido por el espacio ocupado por los fetos tendréis que darla pequeñas raciones a lo largo del día. Por ejemplo, si una perra de 10kg necesita 758 kilocalorías día, en estado de gestación necesitara 3 veces más, es decir: 758 x 3 = 2274. Dado que el espacio que ocupa su estomago habrá quedado reducido y la cantidad de alimento a dar será tres veces mayor, el alimento deberá ser muy digestible y denso en nutrientes. Yo recomiendo alimentar a las hembras gestantes con un buen pienso para cachorros a partir de las cuatro semanas de gestación.
Dicho pienso evidentemente debe corresponderse con la raza en cuestión y si se trata de un mestizo con su peso de adulto.
LACTACIÓN.
Durante esta fase la perra consumirá entre dos y tres veces lo que consumía en estado natural. Lo más adecuado es : durante la primera semana de lactación dar 1,5 veces más de la cantidad que comía en su etapa de mantenimiento, 2 veces más en la segunda semana y tres veces más la tercera y la cuarta semanas. A partir del momento del destete la perra necesitará menos alimento. La ingesta de agua es muy importante durante la lactación ya que redundará en la cantidad de leche producida.
DESTETE.
La perra empezara a destetar a sus cachorros a partir de la sexta semana después del parto. Podemos decir que el destete definitivo se producirá entre las siete u ocho semanas. Aún así habrá perras que sigan produciendo excesiva cantidad de leche. En estos casos será necesario reducirlas el alimento siempre que su estado físico sea el adecuado. Poco a poco llevaremos a la perra a un consumo de alimento similar al de el primer mes de gestación que ya he dicho que será similar al de sus necesidades de mantenimiento.
Mucho se ha hablado y escrito sobre los suplementos de calcio. No son necesarios si la gestante y futura madre consume una dieta adecuada y de alta calidad. Un exceso de este mineral o de vitamina D puede provocar calcificación de tejidos blandos y deformaciones físicas del feto en desarrollo.
CACHORRO : INTRODUCCIÓN AL ALIMENTO SÓLIDO.
Se debe empezar a las tres o cuatro semanas de vida. Utilizaremos una papilla espesa de cereales, que se prepara mezclando una pequeña cantidad de agua caliente con el alimento de la madre. Hay en el mercado los llamados “piensos de arranque” que también son adecuados. No uséis leche de vaca, ya que al tener más lactosa que la de la perra podrá provocar diarreas. Tampoco deberéis usar preparados caseros, ya que no son nutricionalmente equilibrados. Los cachorros seguirán en un principio tomando leche de su madre, pero a las cinco semanas deberán estar comiendo alimento semisólido con facilidad y a las seis semanas serán capaces de masticar ya el alimento seco.
Por tanto, el destete nutricional se hará a las seis semanas y el conductual a las siete u ocho.
Mención aparte merecen los CACHORROS HUÉRFANOS. Aunque es difícil, si no imposible compensar plenamente la ausencia de la madre, el empleo de técnicas adecuadas de manejo y alimentación puede permitir un desarrollo normal y saludable de los cachorros. El mayor reto será darles una alimentación adecuada. Dado que será muy difícil encontrar una madre adoptiva, deberemos aportarles una leche lo más parecida a la de la perra, ya que si no tendremos problemas digestivos.
Existen varios sustitutos caseros que tienen como base la leche de vaca que deberá ser modificada para que sea capaz de aportar la energía, proteínas, grasas, calcio y fósforo que necesita el cachorro. Añadir yema de huevo en la cantidad adecuada podría de alguna manera solucionar el problema.
Yo os recomiendo que hagáis uso de fórmulas comerciales, que están muy bien preparadas y que se aproximan mucho a la composición natural de la leche de perra. Lo que debe quedar claro es que no suministraran los anticuerpos que la leche de los primeros días ( calostro ) contiene.
Deberéis darles no más de 10-20 ml cada vez. El valor calórico del preparado debe tener entre 1000-1300 kilocalorias de EM ( Energía Metabolizable ) por litro. En las tres primeras semanas el perro huérfano recibirá 130-150 kilocalorias de EM por kg de peso corporal, y a partir de la cuarta semana 200-220 kilocalorias por kg de peso corporal.
Durante las dos primeras semanas se darán 13-17 ml por 100 gramos de peso al día y se incrementará a 20-22 ml por 100 gramos de peso durante la tercera y cuarta semana. Todo ello se repartirá en seis veces lo que supone una media de 60 ml al día.
Se lo podréis dar a través de un biberón o por sonda. El alimento debe calentarse a 37,8º C antes de administrarlo. No se debe sobrealimentar ya que tendremos diarreas y por tanto deshidratación. El crecimiento de estos cachorros será un poco más lento y durante los dos primeros días se verá una pérdida de peso. A las cuatro semanas de vida su peso deberá ser el mismo que el de los alimentados de forma natural. En este momento e incluso un poco antes introduciréis el alimento sólido humedecido y a las seis o siete semanas deberán ingerir alimento seco.
CRECIMIENTO
El traslado al nuevo hogar se puede realizar entre las siete y las nueve semanas de vida. El mayor periodo de crecimiento lo veréis durante los seis primeros meses. Las razas grandes alcanzan su madurez entre los 10-16 meses y las pequeñas entre los 6-12.
Los cachorros deben ser alimentados con una dieta formulada para su crecimiento. Es evidente que durante este periodo se producirá un aumento de la demanda energética y de los nutrientes esenciales. Si el nuevo propietario desea cambiar de marca de pienso lo hará de forma gradual, pero habrá de esperar dos o tres días para hacerlo y se realizara de modo gradual. Comenzaremos con un 25% del nuevo producto, seguiremos con un 50%, luego un 75% y al cuarto día el cambio será completo.
Una sobrealimentación durante este periodo puede conducir a la obesidad cuando el perro sea adulto, ya que el crecimiento del tejido adiposo parece producirse durante la infancia y la adolescencia.
También se ha demostrado que una ligera restricción calórica durante estas primeras fases produce una longevidad significativamente mayor. En perros de raza Golden Retriever con una alimentación restringida en un 25% se ha visto que la incidencia de displasia de cadera es mucho menor, que en los alimentados ad libitum cuya ganancia de peso es un 25% superior a los alimentados de forma restringida. Por tanto los signos de displasia de cadera se pueden imputar a la ganancia de peso excesiva.
Los propietarios de razas grandes se ven pronto preocupados por los posibles trastornos del crecimiento óseo. Pues bien, la displasia de cadera solo es hereditaria en el 40% de los casos y el otro 60% se debe a factores ambientales, entre los que se encuentra la alimentación. El error es pensar que cuanto más rápido crezca el perro mejor será. La suplementación por tanto con ciertos nutrientes es claramente perjudicial. Un cachorro de raza gigante que puede llegar a pesar 70kgde adulto pasará por una fase de crecimiento enorme en un período de tiempo relativamente corto. Durante este periodo crucial, el sistema esquelético del perro es potencialmente vulnerable a los efectos negativos de una nutrición inadecuada. Los suplementos de calcio no están indicados ya que provocarán serias malformaciones esqueléticas. Si se sabe que la utilización de agentes condroprotectores como la glucosamina y el sulfato de condroitina son muy útiles para el buen desarrollo de estas razas ya que estimulan el metabolismo del cartílago. Actualmente, las más importantes marcas de pienso han introducido estos dos elementos en sus fórmulas, no siendo por tanto necesario dar un aporte extra de ellos. Las comidas formuladas para este tipo de perros suelen contener cantidades de grasa más bajas que las de las razas pequeñas. Los ingredientes de origen animal deben ser mayoritarios
Es importante saber que el peso del tubo digestivo de un perro de raza grande es proporcionalmente menor que el de uno de raza pequeña. Esta capacidad digestiva limitada explicaría en parte que los perros de razas grandes presenten con más frecuencia heces mal formadas y episodios diarreicos no ligados a trastornos digestivos orgánicos. En estos perros, la rehidratación de los alimentos(un volumen de agua caliente por cada volumen de croquetas) favorecerá también un vaciado rápido del estómago.
Las dietas de alta calidad formuladas para el crecimiento serán administradas en tres o cuatro veces hasta que el perro tenga seis meses y luego se pasará a dos. A partir del año podremos dar una o dos raciones. Los perros grandes se acomodan mejor a dos.
La alimentación “ad libitum” de la que ya hablé anteriormente no es recomendable para perros en crecimiento.
Las cantidades de alimento a suministrar en este periodo irán variando en función del peso que vaya adquiriendo el cachorro. Muchos cachorros alcanzan el 40% de su peso adulto entre los 4 y 5 meses de edad y el 80% entre los 5 y los 8 dependiendo de la raza. Es importante que sepáis esto ya que ha partir de determinado momento de la fase de crecimiento la cantidad de comida debe ser disminuida por extraño que os parezca. En las tablas que todos los buenos piensos adjuntan en sus envases podéis verlo.
MANTENIMIENTO DEL ANIMAL ADULTO
El estado de mantenimiento se establece una vez que el perro ha llegado a su madurez y no esta gestando, lactando o sometido a un trabajo extremo.
Una alimentación que proporcione la cantidad adecuada de nutrientes, siempre que esté bien formulada y tenga una buena digestibilidad contribuirá a un estado óptimo de salud y al manteniamiento de un estado ideal de peso.
Creo que el alimento seco es el más idóneo para esta edad, ya que los húmedos y semihúmedos tienen una densidad calórica más elevada y provocarán obesidad sino se controlan muy bien las cantidades. Se calcula que entre un 30-40% de los perros son obesos
No consideró necesario dar una gran variedad de alimentos a los perros adultos, ya que los cambios frecuentes pueden provocar trastornos gastrointestinales con diarreas y vómitos.
ACTIVIDAD Y ESTRÉS
Los perros de trabajo, como los lazarillos, los de trineo, los de carreras, los de pastoreo, los DE CAZA, o los de rastreo y vigilancia tendrán unos requerimientos energéticos más altos. Según su tipo de trabajo será necesario introducir modificaciones en la composición nutritiva de la dieta.
La intensidad y la duración del ejercicio, y las condiciones ambientales en que se realice marcarán esos cambios nutricionales.
Las dietas comerciales formuladas para estos perros son las conocidas como de alta energía. Son muy sabrosas y si no son bien controladas pueden provocar obesidad.
En el perro entre el 70 y el 90% de la energía requerida para mantener su actividad deriva del metabolismo de las grasas y solo una pequeña cantidad del de los hidratos de carbono.
La densidad energética y la digestibilidad de la dieta han demostrado ser los factores nutricionales más importantes en el perro que trabaja. La manera por tanto más eficaz de aportar esta energía es a través de las grasas. La digestibilidad marcará la diferencia entre un pienso malo y uno bueno. Si le damos a un perro dos piensos con el mismo porcentaje de grasa, pero uno muy digestible y otro menos digestible, el perro consumirá mucha más cantidad del segundo. Tendrá una sobrecarga alimenticia que mermara su rendimiento.
La ingesta de hidratos de carbono se relaciona negativamente con la resistencia del perro, al contrario de lo que ocurre en un deportista. Al parecer se debe a que los hidratos de carbono desplazan a las grasas en las dietas mal formuladas.
En la especie humana los hidratos de carbono incrementan los depósitos de glucogeno en el músculo, lo cual es beneficioso. En el perro, estos hidratos de carbono deben ser muy digestibles y no deben limitar la densidad energética de la ración disminuyendo la cantidad de grasa. En cuanto a las proteínas no hay evidencia de que los perros de trabajo tengan mayor necesidad de ellas que los sedentarios. Si se sabe que un mayor aporte proteico aumenta el número de glóbulos rojos y por tanto el valor hematocrito.
La provisión de una cantidad adecuada de agua durante el ejercicio es aún más importante que proporcionar una energía adecuada. Los perros pierden agua a través de la respiración y en mucho menos grado por la transpiración. Debemos darles agua a intervalos frecuentes, ya que una deshidratación ligera puede reducir su capacidad de trabajo y la fuerza, y puede generar hipertermia. Es preferible darle agua fresca porque es más agradable y más eficaz para contribuir a enfriar el cuerpo.
Al perro en ejercicio se le deben dar dos o tres comidas al día, así como una pequeña ración entre una hora y media a dos horas antes de la actividad de resistencia.
La ingestión de hidratos de carbono antes de un ejercicio importante provocará un aumento de insulina y por tanto un descenso de glucosa. Además la insulina impide la lipólisis, es decir la utilización de ácidos grasos durante el ejercicio. Es más importante alimentar durante el ejercicio que antes de realizarlo, pero este alimento debe contener grasas y proteínas. Importante por tanto que os olvidéis de los hidratos de carbono y os centréis en las grasas y proteínas en estas situaciones. Una vez concluida la sesión deberéis alimentar al perro copiosamente.
GERIATRIA
Los perros cada día viven más. Actualmente la vida media se establece entre 13 y 14 años. Con la edad se produce la disminución de la capacidad funcional de los órganos. Cada animal de edad debe ser valorado de forma individual.
Se producirá un descenso de la actividad física y los requerimientos nutricionales descenderán hasta un 30-40% durante el último tercio de la vida.
Se verá afectada la capacidad del perro para consumir, digerir y metabolizar alimento. Se presentaran cambios importantes a nivel de piel, sistema urinario, sistema musculoesquelético, cardiovascular, sentidos y comportamiento.
El perro mayor necesitará los mismos nutrientes pero no en las mismas cantidades. Habrá un descenso en los requerimientos energéticos diarios. A estas edades es muy importante evitar la obesidad.
Dado que los animales mayores están sujetos a muchas enfermedades, deben recibir proteínas de altísima calidad que minimizarán las pérdidas de tejido fibroso. Los perros senior utilizan menos las proteínas ingeridas con la dieta por lo que debe aumentarse levemente su % en el alimento. Un alimento con proteínas de baja calidad no podrá aportar una nutrición adecuada. Casi todos los buenos alimentos para perros mayores suelen estar enriquecidos en ácidos grasos esenciales , en hierro, cobre, zinc , manganeso, y suelen llevar un porcentaje un poco más elevado de fibra para asegurar un tránsito digestivo regular. El empleo de aromas naturales permite compensar la pérdida de los sentidos del gusto y el olfato. En un principio se creyó que a estos perros se les debía restringir la proteína de la dieta para preservar a los riñones de un deterioro progresivo. Actualmente se sabe que el nivel de proteínas no tiene influencia alguna sobre la progresión de la enfermedad renal. Un contenido proteico más elevado puede incluso favorecer la longevidad.
Un caso aparte son los perros con insuficiencia renal en donde si suele ser necesario disminuir la cantidad de proteína de forma moderada.
Por otro lado los piensos para perros mayores suelen llevar porcentajes de grasa más bajos. Es posible, aunque no demostrado que un perro geriátrico tenga unos requerimientos mayores de vitamina B, A y E. Actualmente existen en el canal veterinario excelentes alimentos para perros geriátricos o mayores así como específicos para las numerosas patologías que les pueden afectar a estas edades.
ANEXO 1.
SISTEMA NORMALIZADO PARA EVALUAR EL ESTADO DE CARNES.
Puntuación Estado
1 Caquéctico, sin grasa corporal visible.
2 Delgado, escasa grasa corporal visible.
3 Optimo; las costillas se palpan fácilmente pero no se ven bien.
4 Sobrepeso; costillas no visibles y difíciles de palpar.
5 Obesidad; presencia de abundante cantidad de grasa subcutánea e incapacidad para moverse con normalidad.
Pensaréis que si los ancestros salvajes del perro se alimentan solo de carne, el vuestro estará perfectamente alimentado con muslos, pechugas de pollo o trozos de carne de vaca. Olvidáis que el lobo consume la totalidad de su presa, incluyendo huesos, vísceras y contenido intestinal.
ANEXO 2.
RECETA DE DIETAS PARA MANTENIMIENTO PREPARADAS EN CASA.
-Arroz blanco 2/3 de taza 140 gramos
-Carne magra 1/3 de taza 70 gramos
-Hígado 1/8 de taza 30 gramos
-Harina de huesos 3 cucharaditas 11 gramos
-Aceite de maíz 1 cucharadita 5 gramos
-Sal yodada ½ cucharadita 2 gramos
Esta receta proporciona para perros en mantenimiento 17% de proteína( suficiente si es de alta calidad, un 31% de grasa y un 53% de carbohidratos ( en base a energía metabolizable ).
Esta receta proporciona unas 800kcal( 3350kJ) suficientes para un perro de mas menos 10kg
Si esta receta se prepara para un perro de 20kg habría que duplicar las cantidades de cada elemento y así sucesivamente.
Para su preparación se hervirá primero el arroz, la sal, el aceite y la harina de huesos en 1,5 tazas de agua hirviendo. Tapar y hervir a fuego lento 10 minutos. Añadir la carne y el hígado. Tapar y dejar que siga hirviendo a fuego lento otros 10 minutos. Enfriar.
La carne magra podría ser sustituida por: solomillo de cerdo, carne de cabra, conejo, liebre, carne de caballo, pollo sin piel, sardinas, tres huevos de gallina, requesón desnatado y yogur natural de leche entera. Naturalmente habría que modificar la cantidad de gramos de cada uno de estos componentes para proporcionar la misma energía que la carne de vaca, medida en kcal. Un ejemplo: para igualar las 215kcal que proporcionan 100 gramos de carne de vaca, se deberían utilizar 208 gramos de requesón.
He creído interesante introducir esta receta porque conozco dueños de perros que prefieren alimentarlos con”comida para personas”. Ellos creen que al añadir restos de comida y otros alimentos a la dieta, el animal disfruta más. Algunos de estos alimentos son perjudiciales para la salud del perro, pero otros solo lo serán si constituyen la mayor parte de la dieta. Para aclarar un poco esta cuestión os ruego que leáis atentamente lo siguiente:
-Las comidas extra no deben superar más de 5-10% de las necesidades calóricas.
-La carne, pescado o ave que se administre tiene que estar bien cocinada y no contener ningún hueso.
-Se debe controlar estrictamente la cantidad de leche y queso aportada. Algunos perros presentan intolerancia a la lactosa y no pueden digerir eficazmente estos productos.
-Debe evitarse el uso exclusivo de un alimento determinado, incluso si de administra en cantidades muy pequeñas diariamente.
-Debe procurarse no utilizar restos de comidas para corregir los desequilibrios nutricionales de una dieta pobre.
-Los suplementos vitamínicos y minerales serán innecesarios e incluso perjudiciales si la dieta esta bien balanceada.
-Vigilar la aparición de cambios de comportamiento, tales como pedir durante las comidas y robar comida.
-Deben suspenderse las comidas extra si el perro presenta sobrepeso, trastornos gastrointestinales o síntomas de desequilibrio nutricional.
Es un error pensar que como el perro es un carnívoro podrá sobrevivir solo a base de comer carne o ave. Estos alimentos son muy ricos en proteínas, pero bajos en calcio, fósforo, sodio, hierro, cobre, yodo y diferentes vitaminas.
Algo parecido ocurre con el pescado. Por lo general los pescados sin espina son deficitarios en la mayoría de los elementos citados para la carne, excepto el fósforo. No se debe administrar nunca pescado crudo, algunos de ellos contienen una sustancia que destruye la tiamina, una vitamina del grupo B, lo que provocará su deficiencia. Asimismo, la alimentación con pescado crudo puede provocar la trasmisión de parásitos. Si se administra, será hervido y en pequeñas cantidades.
A la mayoría de los perros les encanta la leche, que es una fuente excelente de proteínas, calcio, fósforo y vitaminas. El problema es que muchos perros son incapaces de digerir con facilidad la lactosa y sufrirán problemas digestivos.
Es frecuente suplementar con ácidos grasos para conseguir un pelo más bonito. Esto puede se adecuado en determinadas circunstancias, pero lo cierto, es que un perro que come un pienso de alta calidad no debe necesitarlos. Si vuestro perro está bien alimentado y presenta problemas de piel, se deberá a problemas alérgicos, parásitos internos o externos, o alteraciones hormonales.
Cuidado con el chocolate. Este alimento contiene teobromina que en grandes cantidades es tóxica para el perro. No es un problema habitual, pero si se presenta puede ser mortal ya que la tasa de metabolización de la teobromina en el perro es muy baja. Una ingesta igual o superior a 90-100mg/ kg de peso corporal pueden resultar fatales. Una tableta de 28 gramos contiene, aproximadamente, 346mg de Teobromina. Por tanto, si un perro de 11kg de peso, consume 85 gramos de chocolate cocido, podría estar consumiendo una dosis mortal de teobromina. Los números son menos importantes si se trata de chocolate con leche. Un perro de 11kg necesitaria consumir 680 gramos de este para resultar intoxicado. Un trocito de chocolate no provocará problemas. Los preparados de cacao que solemos tomar mezclados con leche y que algún propietario suministra a su perro son los que más cantidad de teobromina contienen.
Como veréis las comidas caseras que con toda vuestra buena voluntad proporcionáis a vuestros perros dan más problemas que beneficios. Lo aconsejable por tanto es acostumbrarle a un buen pienso desde el destete adaptándolo a cada momento de su desarrollo. Tendréis un perro sano, que vivirá feliz muchísimos más años. Como veterinario especialista en pequeños animales desde hace 23 años os aseguro que el porcentaje de perros que atendemos en la consulta aquejados de problemas digestivos, obesidad o de crecimiento es alto. Pero cuando hacemos las preguntas oportunas que forman parte del protocolo diagnostico, es muy raro que se trate de perros correctamente alimentados. Es sencillo, un pienso de gama premium y agua. Vuestro perro no necesita nada más que esto, bueno sí, también vuestro cariño. Yo lo tengo muy claro, la salud empieza por una excelente nutrición.
“
José Enrique Zaldívar Laguia.
Clínica Veterinaria Colores.
Pso de Santa María de la Cabeza 68 A.
28045-Madrid.
Teléfono 914730359.Artiículo publicado en la revista Trofeo
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