miércoles, 4 de enero de 2012

DIARREAS EN EL GATO


DIARREA EN EL GATO: "ALGO MÁS QUE UN SÍNTOMA


DIARREA EN EL GATO:“ALGO MÁS QUE UN SÍNTOMA”.

El intestino del gato se divide en dos tramos, el anterior, al que llamamos intestino delgado y que comprende, duodeno, yeyuno e ileón y el posterior al que llamamos intestino grueso y que comprende ciego, colón y recto. Las causas de las diarreas en el gato pueden asentar en cualquiera de estos tramos, aunque las zonas afectadas con más frecuencia son el duodeno y el colon. En el presente artículo he dividido la exposición en diarreas de intestino delgado y en las de intestino grueso, pero en el cuadro resumen las he unificado, porque muchas de ellas se pueden dar en ambos tramos, es decir tanto en el delgado como en el grueso. A su vez las he clasificado en agudas y en crónicas, en función de su duración y respuesta al tratamiento.

La diarrea es uno de los motivos de consulta más frecuentes en las clínicas veterinarias. Se define simplemente como las deposiciones que contienen un exceso de agua. En algunos casos puede haber aumento en la frecuencia de la defecación. La diarrea también se ha descrito en términos amplios y sencillos como “la evacuación demasiado rápida de heces bastante blandas”. La diarrea es la manifestación más clara de una disfunción intestinal. Puede deberse a un proceso primario que afecta directamente al aparato digestivo o bien ser consecuencia de otras enfermedades que afecten a riñón, hígado, páncreas, glándulas. Los veterinarios, para complicarnos la vida solemos clasificarlas según su localización(intestino delgado o grueso), mecanismo(osmótica, secretoria, exudativa) o según su causa, aunque esta última en muchas ocasiones es difícil de establecer.. Normalmente son procesos que se controlan con relativa facilidad, pero cuando nos encontramos ante un proceso crónico, es decir con un gato en el que hemos probado de todo y sigue sin hacer unas deposiciones adecuadas, los veterinarios, aunque nos cueste reconocerlo, estaremos ante un problema de muy difícil solución.
Un dato muy importante es conocer la duración del problema y esto no siempre es posible, ya que muchos gatos pasan la mayor parte de su tiempo en el exterior y sus propietarios desconocen por tanto cuanto tiempo hace que su animal está enfermo. Sobre estos animales, también será complicado recabar información sobre la naturaleza y carácter de la deposición, que nos ayudara mucho para saber en que zona del intestino se está produciendo el problema, y además el tratamiento será complicado porque el gato habrá días que este en casa a la hora de la medicación y otros que no. Estos contratiempos son difíciles de solucionar y para ello necesitamos siempre la colaboración del dueño del gato. Tampoco es nada extraño que un propietario nos traiga el gato comentando que está estreñido, cuando realmente lo que le ocurre es que tiene lo que llamamos tenesmo, es decir, la necesidad de defecar constantemente. Dado que raramente obtendremos una muestra de heces durante la consulta es de gran importancia que vosotros nos informéis de las características de las deposiciones, si tienen moco, sangre, color, apariencia, frecuencia, volumen, si hay urgencia o dolor al defecar. Los gatos con problemas intestinales suelen defecar en lugares inadecuados o bien cerca, pero no dentro de su bandeja sanitaria.
Las diarreas, a veces se acompañan de otros signos, como vómito, pérdida de peso, cambios en el apetito, flatulencia y borborigmos. La pérdida de peso es uno de los signos que más nos debe preocupar y más si va acompañado de inapetencia, aunque también existe un cuadro grave que es el de diarrea, pérdida de peso y aumento del apetito(algunos gatos con linfoma gastrointestinal presentan estas características y también algunos afectados de hipertiroidismo).

DIARREA AGUDA

Los problemas derivados de la dieta, infecciones virales y parásitosis, son las causas más frecuentes de diarrea aguda. En estos casos los análisis de heces deben ser una rutina y a ser posible debéis entregar a vuestro veterinario más de una muestra, mejor tres de días diferentes.
Aunque las diarreas inducidas por la dieta son comunes, a veces es difícil su diagnóstico definitivo. Puede ser debida a un exceso de ingestión de comida, cambios repentinos en la dieta( en especial alimentos enlatados a base de carne), comidas en descomposición, intolerancia o alergia al alimento. La dietoterapia para gatos con diarrea aguda incluye restricción dietética durante 24-48 horas(para generar un estado de reposo fisiológico en el canal intestinal) seguida por la reintroducción gradual del alimento con una dieta blanda muy baja en grasa de fácil digestibilidad(pollo y arroz o una de las excelentes dietas hiperdigestibles que los grandes fabricantes de comidas para pequeños animales tienen en el mercado), que será ofrecida en pequeñas cantidades, varias veces al día, durante varios días. Aquí lo importante es que dejéis de preocuparos por tener a vuestro gato uno o dos días sin comer. No pasa nada. Los fracasos en los tratamientos vienen muchas veces derivados de qué el animal pide comida y vosotros se la dais y a las pocas horas vuelve de nuevo la diarrea. En caso de que vuestro gato además de tener diarrea, presente deshidratación, depresión y fiebre, será necesaria la realización de pruebas más específicas, empezando por un análisis de sangre. En caso de sospecha de alguna enfermedad vírica procederemos a la realización de pruebas específicas de Panleucopenia, Leucemia, Inmunodeficiencia o PIF.

DIARREA CRÓNICA

La diarrea que no responde a la terapia convencional dentro de las dos o tres semanas, posteriores al tratamiento, puede ser considerada crónica y tendremos que realizar pruebas mucho más específicas.

-Diarrea crónica de intestino delgado:

Si llegamos a la conclusión de que se trata de un problema de intestino delgado, se puede tratar de una alteración de la digestión(enfermedad maldigestiva), de una mala absorción de los alimentos(enfermedad malabsortiva) o de alguna anormalidad funcional. Una mayoría de los pacientes con este tipo de diarrea padecen procesos de malabsorción, cuyas causas son variadas. Las alteraciones de la digestión suelen deberse a problemas pancreáticos, fundamentalmente a la insuficiencia pancreática exocrina.. Actualmente existe una prueba muy fiable para el diagnóstico de estas enfermedades que es la determinación de tripsina inmunoreactiva en suero (TLI), después de un ayuno de 12-18 horas. La enfermedad intestinal malabsortiva se puede dividir en enteropatias con pérdida de proteínas o sin pérdida de ellas. Un análisis de proteínas en suero nos puede sacar de dudas, pero debéis saber que los trastornos entéricos en el gato con pérdida de proteínas no son muy frecuentes. La hipoproteinemia (proteínas bajas en suero) indica un grado significativo de enfermedad en el gato y la biopsia intestinal estaría indicada si pensamos que en el intestino está la causa del problema, sin olvidar que además pueden estar dándose al mismo tiempo alteraciones hepáticas o renales concurrentes. Los análisis de orina para evaluar la función renal también están indicados. El hemograma puede ser de gran ayuda, en caso de que nos encontremos con elevación de glóbulos blancos(leucocitosis por inflamación), eosinofília(enteritis eosinofílica, parasitos), linfopenia absoluta(ausencia de linfocitos) y anemia(hemorragia, anemia de la enfermedad crónica, malabsorción de nutrientes). La presencia de una disminución del valor en sangre de las proteínas(albúmina o albúmina y globulina), se relaciona con problemas en intestino delgado, hígado o riñon.
Como podréis entender la realización de todas estas pruebas comporta un importante gasto, así que muchas veces lo que hacemos es intentar ensayos clínicos y ver los resultados, pero nunca lo haremos ante un gato que presenta un valor de proteinas anormal, ya que estos animales suelen empeorar los cuadros clínicos en un lapso de tiempo muy corto. Estos ensayos terapéuticos incluyen el uso de dietas hipoalergénicas, antihelminticos o antibióticos específicos para giardias, clostridium, o sobrecrecimientos bacterianos. Los ensayos dietéticos en general se prescriben entre 3-4 semanas, aunque algunos responderán de manera favorable en 3-14 días. Los tratamientos con antibióticos pueden llegar a ser necesarios durante 2 o 3 semanas. Una buena respuesta a estos tratamientos, nos evitará tener que realizar pruebas de elevado coste. Otras pruebas a tener en cuenta y que a veces tenemos que realizar son el análisis de muestras de contenido duodenal y medición de las concentraciones séricas de vitamina B 12 y folato. Un valor de B 12 por debajo de su rango normal puede indicar una enfermedad intestinal grave.
Otras pruebas complementarias que pueden estar indicadas son las radiografías de contraste y la ecografía que nos permiten visualizar estrechamientos, tumores o cuerpos extraños. En muchas ocasiones es más interesante realizar una ecografía porque el espesor de la pared intestinal se puede valorar mejor y la presencia de tumores o de inflamaciones de ganglios se visualizan más fácilmente.
El paso definitivo en muchos pacientes con diarrea crónica es la ejecución de una biopsia, mediante endoscopia o cirugía. Yo considero que una biopsia está justificada cuando estamos ante una diarrea crónica y la analítica ha dejado bien claro que se está produciendo una perdida de proteínas en el paciente.


-Diarrea crónica de intestino grueso:

En los casos leves, los procedimientos diagnósticos no difieren de lo expresado anteriormente, es decir, respuesta a los distintos tratamientos(antihelmínticos, dietas de eliminación, dietas hiperdigestibles. Si el cuadro persiste se puede optar por la realización de una citología fecal o raspados rectales en busca de Clostridium, células inflamatorias o de Histoplasmas. Otra prueba a tener en cuenta es el cultivo, si es que la citología rectal nos ha sugerido la presencia de algún germen como causante de la enfermedad. La biopsia de colón es otra opción a tener en cuenta. Todas estas pruebas deben ir precedidas de los análisis descritos en las diarreas de intestino delgado, es decir, análisis de sangre, de heces y de orina, para descartar que haya otras enfermedades añadidas.

En el siguiente cuadro están reunidas las causas más frecuentes de diarrea tanto de intestino delgado como de intestino grueso:


-Síndrome de Malabsorción por enfermedad intestinal inflamatoria difusa crónica, como son la enteritis linfocítica/plasmocítica, eosinofílica y granulomatosa, linfangiectasia, linfosarcoma, atrofia vellosa, hongos, bacterias, parasitos o virus.

-Enteropatía por perdida de proteinas, por enteritis linfocítica/plasmicítica, linfangiectasia, linfosarcoma , hongos, bacterias, parasitos o virus.


-Factores dietéticos:-colitis abrasiva por ingestión de cuerpos extraños(lana, pelos,
plantas, huesos etc.
-hipersensibilidad dietética(¿alergia alimentaria?)
-diarrea sensible a la fibra.
-Helmintos: Capillaria, Toxascaris y Toxacara, Dipylidium, Ancylostoma, Uncinaria,
Dirofilaria etc
-Protozoos: Giardias, Isosporas
-Virus: Coronavirus del PIF, o Retrovirus como los de ViLeF; VIF
-Bacterias: Salmonella, Clostridium, Coli etc.
-Hongos: Histoplasma
-Algas: Prototheca
-Enfermedad intestinal inflamatoria idiopática:-colitis linfocítica/plasmocítica
-colitis eosinofílica
-colitis supurativa
-colitis granulomatosa
-Ulceración colónica medicamentosa: -esteroides y agentes antiinflamatorios no esteroideos.
-Colitis asociada a pancreatitis.
-Isquemia: trauma, infartación, vólvulo, estrangulación.
-Intususcepción: cecocólonica, ileocólonica.
-Tumores :benignos: pólipo adenomatoso
malignos: adenocarcinoma, linfoma, etc
-Disfunción motora : Síndrome de intestino irritable.

Como veis por el cuadro expuesto las causas son múltiples y describirlas una por una con sus respectivos síntomas( además de la diarrea), y tratamientos ocuparía un libro entero. Por tanto voy a hacer un resumen muy general de las más importantes.

En los gatos los virus que con más frecuencia provocan alteraciones digestivas son el de la Panleucopenia y el Coronavirus entérico, sin olvidar al de la Leucemia y al de la Inmunodeficiencia. En algunos casos los gatos afectados de Panleucopenia solo presentan vómito y no diarrea. Cuando esta última se presenta es de tipo secretora y malabsortiva, y muy frecuentemente sanguinolenta,
Las parasitosis intestinales son más frecuentes en gatos que viven casi siempre en el exterior. Los Toxocara y Toxascaris suelen dar lugar a vómitos, mientras que los Anquilostomas y Uncinarias suelen provocar diarreas sanguinolentas. Los protozoos como las Giardias suelen dar lugar a diarreas de intestino delgado y las isosporas de intestino grueso. Las primeras pueden ser muy difíciles de erradicar y en ambos casos los tratamientos deben ser con antibióticos muy específicos y en dosis muy adecuadas. La presencia de bacterias se asocia con vómitos y con diarreas de intestino delgado, grueso o de ambos. Este tipo de infecciones suele asociarse con ambientes contaminados, contacto directo con animales infectados o la ingestión de aves muertas o de sus carnes mal cocidas. Su aparición también puede deberse a tratamientos con antibióticos, estrés o cambios dietéticos.
La obstrucción aguda de intestino delgado incluye la impacción con cuerpos extraños, lesiones constrictoras(vólvulo, hernias) y procesos que comprimen la luz intestinal(tumores). Si la obstrucción se sitúa en una zona muy posterior, dará lugar a diarrea o bien a estreñimiento. La diarrea puede llegar a ser sangre exclusivamente. Este tipo de procesos pueden causar necrosis de la zona intestinal afectada y peritonitis

La Giardia es una causa habitual de diarrea que puede aparecer de manera intermitente o bien de forma crónica. En ocasiones se acompaña de vómito. Es un parásito que cada día crea más problemas de resistencia a los antibióticos y además su presencia puede dar lugar a sobrecrecimiento bacteriano lo que hace más difícil su tratamiento. El estado del sistema inmune del gato, es al parecer muy importante en la resolución satisfactoria de esta enfermedad. En algunos países existe una vacuna para la prevención de la giardiasis, pero no es el caso de España.
La enfermedad intestinal crónica ahora está bien reconocida como una de las causas más comunes de diarrea en gatos. Se trata de un grupo de enteropatias crónicas caracterizadas por la presencia de células inflamatorias en la pared intestinal. Estás células pueden ser linfocitos, células plasmáticas, eosinófilos, neutrófilos y macrófagos. Según el tipo de célula predominante se usará un termino u otro para definirlas(consultar cuadro). En los gatos, las que más veces han sido identificadas son: la enteritis eosinofílica y el síndrome hipereosinofílico. El último es el menos común de los dos pero el que más riesgo supone para la vida del animal.
Hay que tener sumo cuidado en el diagnóstico de estos procesos inflamatorios del intestino, ya qué el que una biopsia indique que hay células inflamatorias, no es suficiente razón para pensar directamente en esta patología. Por ejemplo, el hipertiroidismo, bacterias, virus, parásitos, alergenos alimenticios, cuerpos extraños o tumores también dan lugar a la presencia de células inflamatorias.
El sobrecrecimiento bacteriano es un síndrome que se caracteriza por la presencia de un exceso de gérmenes en el duodeno y yeyuno en el estado de ayuno, lo que puede redundar en malabsorción y diarrea. Es rara en la especie felina.
Los tumores a nivel intestinal suponen el 2% de todos los tumores felinos y por lo general son malignos. El más habitual en el gato es el linfoma. Otros tumores que pueden presentarse son adenocarcinoma, mastocitoma, fibrosarcoma etc.
Un gato con linfoma lo primero que va ha presentar es una diarrea crónica, que se acompañara de perdida de peso, reducción del apetito y letargia. Si el tumos asienta, además de en intestino en estómago habrá vómitos. Casos excepcionales son los gatos que en las primeras fases presentan un incremento del apetito. Es un tipo de neoplasia que diagnosticada a tiempo puede ser tratada con quimioterapia con unos excelentes resultados.
La diarrea es la manifestación más dominante asociada a la enfermedad del colon en los gatos. Se trata por tanto de una alteración del intestino grueso. Esta enfermedad puede ser provocada por alteraciones dietéticas, traumáticas, parasitarias, infecciosas o inmunes. También pueden deberse a tumores, obstrucciones y problemas funcionales(síndrome de intestino irritable).
Las diarreas producidas por alteraciones del colon, se caracterizan por aumento de las frecuencias, presencia de moco(como una baba blanca), a veces sangre fresca, urgencia en defecar y esfuerzo(tenesmo), lo que hace que el gato se mantenga en postura agachada durante un largo rato, sin que elimine nada(no confundir con estreñimiento), o tan solo sangre, moco o exudados.
Las diarreas de intestino grueso sensibles a la dieta y a las fibras, suelen remitir con un cambio de dieta balanceada de elevada digestibilidad(nivel de grasa moderado a restringido, con proteínas y carbohidratos digestibles). En el mercado se pueden encontrar muchas de estas dietas que se adquieren bajo prescripción veterinaria.
Una patología del colon bastante infrecuente, pero sumamente grave es el vólvulo colónico. Se produce una obstrucción intestinal completa, con necrosis de la zona, peritonitis séptica y finalmente muerte por choque séptico. Se presentara dolor abdominal, vómito, diarrea hemorrágica similar a una compota de frambuesas y colapso agudo.
Las colitis idipáticas crónicas(enfermedad intestinal inflamatoria), pueden estar provocadas por factores genéticos, dietéticos, bacterianos, inmunológicos y permeabilidad de la mucosa. Se incluyen en este grupo la colitis eosinofílica, neutrofílica, granulomatosa y linfocítica/plasmocítica. Los pólipos y tumores colónicos suelen producir diarrea con sangre y moco y tenesmo. En caso de malignidad nos encontraremos con metástasis en los ganglios linfáticos regionales.

La gastroenterología a sufrido un importante cambio en los últimos años que ha hecho posible, que ahora el enfrentarnos a un gato con diarrea crónica no nos cause tantas frustraciones. Ahora contamos con fibroendoscopios, ecógrafos y pruebas laboratoriales más específicas que nos permiten diagnosticar con más precisión, y con medicamentos que nos permiten tratar mejor y con mayor efectividad a nuestros pacientes.

Como habéis visto, la diarrea es “algo más que un síntoma”, que la mayoría de las veces remite con tratamientos no demasiado complicados; pero en otras ocasiones puede ser la manifestación de enfermedades mucho más importantes. Os recomiendo por tanto que si vuestro gato la presenta por un lapso de tiempo mayor de 24-48 horas acudáis a vuestro veterinario. Vuestro compañero os lo agradecerá seguro.

José Enrique Zaldívar.
Clínica Veterinaria Colores.
Pso de Santa Maria de la Cabeza 68 A
Madrid-28045.Artículo publicado en El Mundo del Gato

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